* A escote, nada es caro.
Supongamos que se reúne un grupo de amigos para pasarlo bien. Se establece un fondo común, aportando todos la misma cantidad. Si el fondo se acaba, y aún tienen "cuerda para rato", y se lo pueden permitir, se hace una nueva aportación al fondo. Así se lo pasan todos en grande, sin preocupación especial por el gasto inmediato que toca hacer. En realidad están pagando a escote y, aunque se está gastando dinero, da la sensación de que nada resulta especialmente caro. Al mismo tiempo se está practicando la solidaridad, el espíritu de grupo, compatible con la sana diversión.
(Comentarios realizados por Fernando Rodríguez-Izquierdo Gavala. Universidad de Sevilla)
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