RSS

You can replace this text by going to "Layout" and then "Page Elements" section. Edit " About "

(cOsAsDiveRTIdAs:211550) Rv: FACUNDO CABRAL... SUS REFLEXIONES SOBRE NUESTRA AMÉRICA...





 
Autor: Facundo Cabral
15/04/2009
ESO ES AMÉRICA
E
n Puerto Rico siempre me encuentro con la fiesta.
En la República Dominicana, siempre me encuentro con el afecto y con el merengue, que es una versión, alocada del afecto.
En Haití: esa extraña y tan humana… asociación de belleza: y miseria.
En Panamá: todas las manera que el hombre tiene para sobrevivir.  Los hombres que venden más cosas de las que uno se puede imaginar, y los hombres que compran más cosas de lo que uno puede suponer.
Qué decir de Costa Rica.  Por ejemplo sería suficiente decir que en una hora y media de automóvil uno puede ir del Océano Atlántico al Océano Pacífico, entre gente que ama la poesía y flores… que nos están gritando la más alta canción del Señor.  Y si esto no fuera suficiente podría decir que Costa Rica no tiene ejército.





El Salvador era el único país de América donde nunca había cantado mi canción.  Y me encontré con… salvadoreños que tenían memoria de cosas mías que yo ya ni recordaba, algo que, mi corazón jamás dejará de agradecer: conmovedora… fidelidad, lo que quiere decir que tenemos amores en común, principalmente, el hijo del carpintero de Belén: of course.
Guatemala: ochenta y cinco, noventa por ciento de población indígena: ¡Mi Dios!  La mayoría de ellos, descendientes del maravilloso Maya.  Un lugar donde siempre se crece mi corazón.  Donde mi espíritu puede darle rienda suelta a sus sueños más extraordinarios como seguir insistiendo en creer, que estamos hechos a semejanza del Creador, por lo tanto nos está destinado caminar sobre las aguas como nuestro hermano mayor.  Curar con la palabra.  A veces con el silencio, el silencio está auxiliado por el amor.
Y qué voy a decir de México.  No tengo ninguna palabra en mi corazón.  Solamente el silencio del agradecimiento porque México fue la puerta para el mundo que pude caminar, porque desde mil novecientos setenta y dos, los mexicanos me llenaron de convicción.  Me confirmaron que no estaba equivocado.  Que tiene un solo sentido nuestra presencia en la vida, y es la felicidad.  Y México es eso.
En Estados Unidos, el delirio de la creatividad constante.  Esa torre de babel donde se juntan todas las maneras y los colores y las formas de la humanidad.  En Hollywood por ejemplo me encontré con el Diablo, que estaba preparando la gira de Madonna, y la última película de Stallone.  El Diablo me confirmó que ya no son tan poderosos, porque hace como treinta películas que están matando al mismo vietnamita.
Conociendo las debilidades raciales del Diablo le pregunté: ¿Qué diferencia había entre los senos de una mujer blanca y los senos de una mujer negra?  Y él me dijo: "La única diferencia entre los senos de una mujer blanca y los senos de una mujer negra, es que los de la blanca salen en Play boy y los de la negra en National Geographic".
Un pequeño templo en un pequeño pueblo, una casa blanca en la montaña verde.  Aquella muchacha de Valparaíso, la gente que sueña donde Tulancingo.  El pan que acompaña el sagrado vino, la fe que me lleva de Toronto a Quito.  La nieve en Chicago donde juega el niño que le enseña al hombre lo que se ha perdido.  El Sur de la milonga donde el cantor estalla, el viejo Buenos Aires donde soñaba Borges, el verso más sencillo donde Martí crecía y la pasión sublime de Zapata y de Villa.  La luna en la ventana y María en mis brazos el tiempo enamorado y quieto en Guanajuato, las noches de Bahía y de Quezaltenango, la paz de Costa Rica el canto que les canto.  El fuego de Bolívar.  El Mar de las Antillas.  Las mujeres de Cali, la magia de Bolivia.  El Páramo de Rulfo, el Macondo de Márquez, el Perú de Chabuca y el Nueva York: de nadie.  Eso es América: mi amor.





--

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS

0 comentarios:

Publicar un comentario