* Letizia se enfrenta a la Familia Real por Leonor
Largo y tendido se ha hablado esta semana de la actitud de Letizia Ortiz durante el acto que celebraba el centenario del nacimiento de don Juan de Borbón. En la capilla del Palacio Real, la princesa de Asturias mantuvo un gesto excesivamente serio y tenso, hasta el punto de no mirar apenas al Príncipe Felipe. La culpa la podría tener, de acuerdo a lo señalado en los confidenciales, su afán por proteger la privacidad de su primogénita, la infanta Leonor, de siete años.
Letizia estaba enfadada. Se saltó el protocolo y no comulgó, asunto que llamó notablemente la atención de los medios rosas. Dijeron que se sentía incómoda con la presencia de su cuñada la Infanta Cristina, que quería ser coherente con su presunto ateísmo, que se había atrevido a manifestar el cacareado malestar de su matrimonio... La rumorología más atrevida no cesaba.
Finalmente se ha filtrado que la princesa se negó a llevar a Leonor a un acto de sobrada relevancia, que contó incluso con la presencia del Gobierno. Al parecer, la consorte no dio su consentimiento porque, según 'Vanitatis', consideró que la niña no debía perder un día de colegio. No había más trastienda.
Por su parte, los consejeros 'reales' intentaron hacer cambiar de parecer a Letizia para que, con la presencia de su hija, dieran una imagen de continuidad de la corona. Huelga decir que sus esfuerzos fueron infructuosos.
El que sí estuvo presente fue Froilán, el mayor de los nietos de los Reyes, por detrás de su madre, la Infanta Elena, en la línea sucesoria. Claro que, obviamente, apenas despertó la atención de las cámaras por estar un peldaño por debajo de sus tíos y de sus primas.
La supuesta obsesión de Letizia es que sus niñas, Leonor y Sofía, lleven una vida normal a pesar de su condición de infantas. Pero homólogas como Catalina de Holanda (diez años) o Ingrid de Noruega (nueve años) no se pierden ningún acto institucional y están alcanzando enormes cotas de popularidad, allanando el terreno para que la monarquía se siga afianzando en sus respectivos países.
¿Os parece lógica la actitud de Letizia? ¿Está perjudicando a su hija Leonor con su excesiva protección y, por ende, a la institución monárquica? ¡Opinad!
La supuesta obsesión de Letizia es que sus niñas, Leonor y Sofía, lleven una vida normal a pesar de su condición de infantas. Pero homólogas como Catalina de Holanda (diez años) o Ingrid de Noruega (nueve años) no se pierden ningún acto institucional y están alcanzando enormes cotas de popularidad, allanando el terreno para que la monarquía se siga afianzando en sus respectivos países.
¿Os parece lógica la actitud de Letizia? ¿Está perjudicando a su hija Leonor con su excesiva protección y, por ende, a la institución monárquica? ¡Opinad!
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