* Aguacorriente no mata a la gente;
agua "estancá" la matará.
Cuando la naturaleza no estaba tan contaminada como ahora con pesticidas, residuos de basura dispersa, plásticos abandonados, etc., este refrán servía de guía a quien caminaba campo a través para saber de qué agua podía beber, y de qué agua debía abstenerse. El agua que fluye cuenta con la función purificadora y renovadora de la fuente, lo cual no ocurre con el agua estancada, que se pudre, y se puebla de alimañas y verdín. El problema ahora es que hay fuentes y cauces contaminados. En la formulación del refrán se da un recurso a la pronunciación andaluza o extremeña, en esa palabra entrecomillada "estancá", que aunque sea vulgar resulta entrañable, a la vez que consigue para el refrán una rima perfecta. Hay una variante de este refrán, que se aplica -como puede aplicarse este mismo, aunque quizá con menos propiedad- a la situación de alabar a la persona diligente, que se mueve y actúa; y desautorizar al ocioso y holgazán, comparable al agua estancada, inmóvil. Es el siguiente: |
Agua estancada, agua encenagada. (Comentarios realizados por Fernando Rodríguez-Izquierdo Gavala. Universidad de Sevilla) |
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