* LE VINO DIOS A VER
Venir Dios a ver a uno significa «sucederle impensadamente un caso favorable, especialmente hallándose en grande apuro y necesidad»; Yasí suele decirse, v. gr.: «A: los de López les vino a-Dios a ver con haberles tocado la lotería, porque estaban tronados y no tenían más que deudas».
Antiguamente se decía Le vino Dios a ver sin campanilla. Explicando este dicho el sevillano Juan de Mal Lara en su Philosophia vulgar (obra de 1568, centuria 2.ª, núm. 98), escribe:
«Habla (esta frase) de cuando Dios hace merced a los hombres en salud y cuando gozan de ella. El venir con campanilla es cuando va el Santísimo Sacramento con su cofradía y gente que le acompaña». (Es decir, cuando se recibe el Viático, estando en trance de muerte).
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