* El color en el diseño
En el campo de la arquitectura y el diseño de interiores, el color funciona de una forma similar. El color toma una función determinante que puede favorecer, disimular, o destacar un espacio específico. Asimismo, puedes crear una sensación de excitación o tranquilidad utilizando la combinación correcta de colores.
Por su puesto, el color está sujeto a una serie de reglas que una vez comprendidas pueden utilizarse a favor del artista para crear una armonía en cualquier obra, ya sea de pintura, decoración, arquitectura, etc. Conocer las combinaciones cromáticas para evitar la monotonía, puede llegar a estimular los sentidos y hasta cambiar el comportamiento de las personas que interactúan con el espacio. La elección del color está sujeta a varios factores diferentes, incluyendo el cultural, social, económico, y psicológico, además de factores geográficos y de clima, y finalmente el uso final que tendrá el espacio u objeto.
El color por si solo puede mejorar un espacio, pero en el caso de la arquitectura, el profesional debe tener en cuenta para que quiere utilizar cada espacio para así poder hacer mejor uso del color. En el diseño, el color está ampliamente relacionado con el concepto de usabilidad.
Hay dos elementos muy importantes que se deben considerar como formas compositivas del color; la primera es la armonía, y la segunda es el contraste. Armonizar tiene que ver con la coordinación de los diferentes tonos de colores para que adquiera una aspecto unificado. Con la armonización de los colores se pretende establecer una relación coherente entre los colores. En toda armonía cromática hay tres colores que se utilizan: el dominante (que es el de mayor extensión), el tónico (el color complementario del dominante, con más valor), y el color de mediación, el cual sirve de transición entre el dominante y el tónico.
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